UN MUNDO NUEVO

 

CONTINUACIÓN DEL DIOS DE MI PEQUEÑA HISTORIA

 

Introducción y recopilación

 

1.- Datos biográficos:

 

El mes anterior al de mi nacimiento, Marzo de 1937, la aviación del General Franco había bombardeado mi pueblo, Albalate del Arzobispo de la Provincia de Teruel. También lo volvió a bombardear al siguiente mes, es decir en Abril. Es por lo que me considero “niño de la Guerra Civil Española”. (1)

Mi pueblo se encontraba en plena efervescencia del Colectivismo Agrario en el Bajo Aragón. Mi padre era miembro activo de la CNT (Confederación Nacional de Trabajadores). Para la gente pobre, en aquel entonces, la Colectividad era la utopía que se hacía realidad. Mi padre vivía aquellas circunstancias con honradez y sinceridad.

En Febrero de 1938, mi madre, mi hermana de la mano de mi madre y yo en brazos de mi madre, despedíamos a mi padre en la Estación de Tren de Caspe. Se incorporaba al Frente Republicano porque se iba a producir la Batalla de Aragón. En ese momento yo tenía once meses. No volví a ver a mi padre hasta los diecisiete años. Mi padre al perder la guerra se refugió, como muchísimos republicanos, en Francia.

 

Cuando en la Semana Santa de 1951 le dije a mi madre que quería ir al seminario, lo primero que hizo fue comunicárselo por carta a mi padre. Mi madre y mis abuelos con quien nos criamos mi hermana y yo, eran muy religiosos. Yo diría que muy cristianos. Mi madre se había casado por amor con un anarquista pobre y afiliado a la CNT. El amor superaba las barreras reales o ficticias que pudiera haber. La respuesta de mi padre no se hizo esperar: “Que haga lo que él crea conveniente”. Yo tenía catorce años y quería dedicarme de una manera especial a ayudar a la gente. En mi pueblo al que más veía entregado al servicio de los demás era el cura. Por eso ingresé en el Seminario. Por eso me hice sacerdote el 17 de Marzo de 1.963. Ese día mi padre vino por primavera vez a España después de 24 años en el exilio. El obispo consagrante fue Casimiro Morcillo, que al trasladarse a Madrid, le sustituyó en Zaragoza Pedro Cantero Cuadrado.

 

Estudié Filosofía y Teología en el Seminario de Zaragoza. Mi curso se destacó por su interés en complementar los estudios con la lectura intensa de los escritores más notorios de la época. La reflexión sobre el hombre de la mano del existencialismo y del humanismo en general, se desarrollaba paralelamente al estudio sobre los “temas divinos”. Filosofía, Literatura, Sociología, eran temas “hermanos” de la Teología. Profesores como el  poeta gallego José María Díaz, el escritor navarro José María Cabodevilla,  el madrileño Carlos Castro pensador humanista, y los aragoneses Ángel Alcalá que nos inició en la Psicología Metafísica y Experimental, y Ángel Berna que impartió Teología y Sociología, todos ellos sacerdotes, dejaron huella en nosotros. Del curso salieron escritores, músicos, profesores, trabajadores, comunistas, y un Cura Guerrillero en Colombia como fue Domingo Laín Sanz.

 

Domingo fue a Colombia por la OCSHA. Trabajó en una ladrillera en Bogotá. En Cartagena vivió en un rancho miserable. Fue expulsado en 1969. Comunicó a su Obispo Cantero su intención de incorporarse a la guerrilla colombiana. En febrero de 1974 murió en un enfrentamiento con el ejército.

(OCSHA: La Comisión Episcopal funciona desde 1966 como Comisión de Misiones. Simultáneamente existía la CECADE (Comisión Episcopal de Cooperación Apostólica Diocesana con el Exterior). Ésta cuidaba de la OCSHA (Obra de Cooperación Sacerdotal Hispano-Americana), que existía desde 1948. En noviembre de 1971 se aprueba la declaración que une ambas Comisiones y en mayo de 1972 quedan unificadas con el nombre de Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias).

 

 

Recuerdo personalmente un momento especial para mí. Había venido al Seminario a dar unas charlas sobre Las Misiones un hombre misionero sencillo y honesto al que escuché estas palabras: “Estoy seguro que si leyésemos el Evangelio unos minutos al acostarnos todos los días, no pasarían seis meses sin que notásemos que algo comenzaba a cambiar en nosotros”. Desde aquel momento lo hice siempre. Leí el Evangelio para mí, antes de que oficialmente me destinaran “a leérselo a los demás”. Lo leí muchas veces, poco a poco, saboreándolo, intentando hacerlo mío, al igual que todo el Nuevo Testamento y toda la Biblia. Los dos polos que nos servían de orientación fueron, ya desde entonces, Jesús de Nazaret y el hombre; y en especial el hombre más necesitado.

 

(Si se desea ampliar sobre el tema ver la Parte primera de “El Dios de mi pequeña historia” en:

http://abosque.bravehost.com/ex/subportica//Articulos/Molina2/index.htm ).

 

 

2.- Cura Rural.

 

Estuve cinco años de cura en unos pueblos de la ribera del Ebro, Cinco Olivas y Alborge. En los Meandros del Ebro  entre Gelsa de Ebro y Escatrón. A los dos pueblos los separa el río. No había puente cercano en aquel tiempo para atravesarlo, y tenía que hacer un largo recorrido por una carretera malísima para poder llegar de un pueblo a  otro. Por lo que normalmente lo hacía remando con el pontón que me prestaba el Médico de los dos pueblos, D. Fabián Lou, que era un veterano en el “dominio de las aguas del Ebro”. Pasé de no saber remar a ser un experto como él. Con las grandes riadas en invierno y en primavera era toda una odisea atravesar el inmenso caudal del río que se producía.

 

Me dediqué al servicio de los pueblos a tope. Semanas de Misiones, conferencias, Seminaristas en Campo de Misión, reuniones, atención personalizada a todos los vecinos, orientando o resolviendo problemas humanos que se producían, etc. Llegué a hacer estudiar el Bachillerato Elemental a todos los chicos y chicas que quisieron hacerlo bajo la modalidad del Bachillerato RTV.

 

(Modalidad de bachillerato establecido por el Ministerio de Educación a mitad de los sesenta para jóvenes y trabajadores del mundo rural donde no había institutos de enseñanza media).

 

Personalmente funcionaba a presión. Para despejar la cabeza aprovechaba para coger algodón en la huerta con los vecinos del pueblo. Ello me permitía además poder intimar con las familias. Por cierto que coger algodón en noviembre y diciembre envueltos en la niebla con la flor del algodón seca y punzante no era ningún pasatiempo. Los dedos te quedaban deshechos.

 

Llevé a los niños una semana al mar, a Casas de Alcanar (Tarragona), implicando también al Cura de Sástago, algún maestro, y a muchachas que vinieron hacer de cocineras. La mayoría no había visto el mar nunca. Estoy hablando del año 1965 exactamente. Todavía no era corriente ir de Colonias o de Campamentos. La Exclusiva la tenía la Falange Española.

 

Organicé Excursiones a Lourdes y a Santiago de Compostela. Pretendí que las gentes salieran de sus pueblos, salieran de sí mismas, y conocieran otras gentes y otros pueblos. Cada semana hacíamos lo que llamábamos “Ventana al mundo”, destacábamos los hechos más relevantes producidos en el mundo durante la semana. Primero los acontecimientos negativos, después contrarrestados con los positivos o buenos. Las homilías se fueron convirtiendo poco a poco en comunitarias.

 

El Concilio Vaticano II fue una bocanada de aire fresco en el rostro de todos nosotros. Las conferencias sobre las Encíclicas “PACEM IN TERRIS” y “POPULORUM PROGRESSIO”, de Juan XXIII y de Pablo VI causaron en los pueblos un gran impacto.

 

Estuve al corriente de la “Operación Moisés”.

 

En 1966-1967 circuló una carta dirigida a los obispos españoles y al Nuncio en Madrid para la que se pedían firmas de sacerdotes representativos de todas las diócesis. La carta constaba de diez puntos sobre la base del Concilio y del Evangelio para que la jerarquía rompiera su estrecha relación política con el franquismo y revisara su propia historia pidiendo perdón por el pasado de la guerra civil, se independizase del Estado económicamente, y otros puntos. Con ocasión de esta carta hubo sacerdotes que renunciaron a la paga del Estado y se pusieron a trabajar.

 

Hice una colecta pública para ayudar económicamente a los trabajadores deportados por causa de la Huelga de Bandas en Bilbao que habían llegado a Zaragoza. La gente fue muy generosa. La HOAC y la JOC distribuyeron las ayudas.

 

La huelga más larga en el franquismo (del 30 -10- 1966 hasta el 20-5-1967) por un problema de primas y ritmos de trabajo en Laminaciones de Bandas en Frío de Echevarri (Vizcaya). La solidaridad se extendió por toda España e incluso en el extranjero desde los estudiantes universitarios hasta muchos sectores de la  Iglesia católica.

  

Las conciencias comenzaban a despertar. Y el cura era fichado por la Guardia Civil. Alertamos a las gentes sobre la “difamación” que los medios de comunicación hacían de los curas catalanes cuando se manifestaron en Vía Layetana contra las presuntas torturas que se infringían en la Comisaría de Vía Layetana de Barcelona. “Algo grave tiene que ocurrir, que no se nos dice, para que los curas catalanes se manifiesten en la calle”. Argumentación que me fue aceptada totalmente por mis feligreses.

 

Organizamos lo que entonces se llamaba Pastoral de Conjunto para la atención de chicos y chicas de nuestros pueblos que se iban a trabajar a los hoteles de la Costa Catalana durante la temporada veraniega. Lo hicimos especialmente en colaboración con las Diócesis de Barcelona y de Gerona.

Desde nuestros pueblos dimos el impulso los sacerdotes Alfonso Milián Sorribas, Cura de las Parroquias de Azaila y Almochuel y actual Obispo de Barbastro, Antonio Ramos Estáun, entonces Coadjutor de la Parroquia de Andorra y durante muchos años Consiliario de los Scouts de Aragón, Ángel Nogueras, trabajador en una mina “a cielo abierto” en su Parroquia de Herrera de los Navarros, Gregorio Ciria, Cura de Monegrillo y actualmente en México, y el que lo cuenta. Todos éramos de la Diócesis de Zaragoza. Nos turnábamos por meses para vivir cerca de nuestros jóvenes empleados de hotel; además apoyábamos a las parroquias locales de la costa. Sus jornadas de trabajo superaban casi siempre los seis días en la semana. El cansancio, la desolación, el abandono de su religiosidad, era frecuente. Las anécdotas a contar serían interminables.

Por eso, saber que tenían a “sus curas” cerca de ellos, era un alivio. Todos los días nos marcábamos el plan de visita a los trabajadores de los hoteles de acuerdo con sus ratos libres.

 

3.- Cura obrero: a partir del año 1969.

 

En agosto de 1968 hice el Cursillo de Iniciación a la HOAC. Quedé atrapado. Fuertemente atrapado. Nuca ya me he vuelto atrás. (2)

Consideré que ya había dado todo lo que podía a los pueblos ribereños del Ebro.  Me vine a Zaragoza y me puse a trabajar.

Primero estuve de maestro en una escuela privada unitaria.

Después trabajé de expendedor de combustible en la Estación de Servicio “Los Pirineos” en el Polígono Industrial “Cogullada”. Un día un cliente me reconoció y le dijo al dueño de la gasolinera de quien era amigo: “¿Sabes que tienes contigo trabajando a un cura amigo de los trabajadores que defiende sus derechos laborales?”. Alguien que lo escuchó, me lo contó. Mi despido fue fulminante.

En aquel tiempo se estaba dando una “guerra” de octavillas arrojadas por los polígonos industriales. Pensamos que la policía seguía el mismo método que los trabajadores de arrojar octavillas para desacreditar a todos los que luchaban por reivindicar los derechos del trabajador. Se cebaba con los curas. Las predicaciones de los sacerdotes en las iglesias de los barrios eran multadas frecuentemente por el Gobernador Civil.

Para poder comer realicé pequeños y diversos trabajos una temporada. 

Finalmente me hice camionero para una empresa  dedicada a la rehabilitación de los discapacitados intelectuales (ATADES). Todo lo que se producía en los Talleres Ocupacionales y Talleres Especiales de Empleo lo trasportaba hacia las fábricas de quienes éramos clientes: Celulosa Fabril (Cefa), Siemens (entonces Elasa), Filtros Mann, Lackey-Teka… Estuve veinte años con el camión. Mi trabajo en general fue muy gratificante por los chicos y por las relaciones que hacía con los trabajadores de las empresas visitadas por mí. Los diez últimos años hasta mi jubilación, mi trabajo fue dirigir un taller de discapacitados. ¡Qué lecciones de trabajo y de humanismo me dieron los discapacitados!

Nunca encontré sosiego para estudiar una Carrera Civil, y aunque me matriculé en Derecho, no pude continuar porque no sacaba tiempo para estudiar. Entonces había que hacerlo por Libre y era muy costoso. No existía la modalidad de Estudios a Distancia.

Lo que sí hice y para ser más útil a los discapacitados, a su formación y a su preparación laboral profesional, fue hacerme Técnico Educador Especializado en Discapacitados Intelectuales y Técnico Electricista. Para asesorarles y orientarles hice unos Cursos de Asesor Laboral y de Asesor Fiscal. Leí mucho sobre la problemática del discapacitado e hice muchos cursillos monográficos sobre la misma temática. Todavía siguen contando los chicos con mi amistad y orientación.

 

4.- Movimientos católicos especializados.

 

La HOAC y la ZYX constituyeron mi plataforma de lanzamiento para mi campo de trabajo apostólico. Venta de libros ZYX, después ZERO, por las parroquias, pueblos, librerías, fábricas (a la salida de los trabajadores), reuniones, ateneos, charlas, Universidad, venta directa en las calles, e incluso por ejemplo en la Feria de San Miguel de Lléida y en la Feria del Libro de Zaragoza. Todo lo hacía acompañando al Delegado de la ZYX en Aragón, el joven trabajador Damián Velázquez Vaos. La Colección “Lee y Discute” de los folletos ZYX ejercía un gran interés sobre todos, y especialmente sobre los jóvenes. El interés de la gente por conocer “la verdad de la situación” era enorme.

En la HOAC hice muchos cursillos en la Casa de Ejercicios Espirituales de Segovia que dirigía el amigo Félix. El Obispo Palenzuela, en Segovia, era comprensivo con aquel movimiento de concienciación cristiana y humana. Cursillos para comprender mejor la situación real y prepararse para trasformarla. El lema de la HOAC venía a ser: “Jesús de Nazaret y el hombre necesitado”. La espiritualidad era intensa y “a ras de tierra”.

Nunca hice carrera para mí. Mi jubilación es “mileurista”. Y además me siento agradecido con todos los que conocí y conviví y de todos aprendí.

 

Al mismo tiempo y por un compromiso de Equipo de Formación y Revisión de Vida me dediqué durante tres años a convivir con los camioneros en Aragón. Con ellos me reunía y con ellos compartía todo lo que me era posible. Viajé por toda España y llegamos a plantear reivindicaciones muy específicas: Tacómetro, Asesoría Laboral, incipiente organización de ayuda mutua. Todo para paliar la dureza de la vida de los camioneros.  De todo ello habría mucho que decir. El sacerdote José Medina, primero en Somosierra, Kilómetro 103 de la N. II, después, y siempre en Legazpi de Madrid sabe mucho de ello.

 

En la HOAC y en la ZYX, Tomás Malagón, José Domínguez, Luis Capilla, Fernando Egea, Antonio de Andrés, Félix Díaz, Juan José Rodríguez Ugarte, Antonio Martín, todos ellos sacerdotes; y Francisco Mera, Miguel Jordá, Juan Fernández Domínguez, presidentes de la HOAC;  y los inolvidables Julián Gómez del Castillo, Teófilo Pérez Rey, Jacinto Martín, Norberto Moreno, Máximo Mata, entre otros muchos, fueron mis maestros. A los que recuerdo con agradecimiento y cariño. ¡Cuántos cursillos, cuánta formación, cuánta austeridad, cuánta seriedad, había en todos los planteamientos!

 

La HOAC como movimiento apostólico especializado dedicado al mundo obrero, y la ZYX como movimiento socio cultural cristiano, constituían para mí dos entidades que me venían como “anillo al dedo”, como sacerdote que era, y como hijo de anarquista exiliado en Francia. El historiador Manuel Tuñón de Lara calificaba a la ZYX, su componente ideológico, como “anarquismo de base cristiana”. (2 bis)

 

La HOAC nació en 1946 con Guillermo Rovirosa al frente, y la ZYX apareció como Editorial de Libros y Cursos de Formación en 1963, como “brazo alargado” para actuar en el campo del mundo del trabajo y universitario. Ambas eran constantemente “instigadas” por el Régimen de Franco, secundado por el Arzobispo Morcillo y su Obispo Auxiliar Sr. Guerra Campos. Suprimida como Entidad la ZYX por el Régimen, continuó su actividad bajo el nombre de ZERO.

 

5.- Sindicalismo y Política.

 

En el aspecto sindical, la USO (Unión Sindical Obrera) fue mi campo de actuación. La mayoría proveníamos de la HOAC y de la JOC. Mi casa de Cura Obrero fue centro clandestino de muchas reuniones en el Barrio de Las Fuentes de Zaragoza.

 

 La historia de este sindicato arranca del llamado «grupo de Rentería», cuyos primeros panfletos datan de 1958. Se constituyó en 1960, a partir de un grupo de obreros de la JOC y de la HOAC ante la falta de representatividad de los trabajadores en las empresas. En sus inicios fue de ideología socialista autogestionaria. En 1974 volvió a relanzarse donde no existía).

 

Primero nos fuimos metiendo intensamente en la CNS, Sindicato Vertical del Régimen de Franco, hasta que quedó disuelto y fue sustituido por las actuales Centrales Sindicales.

Negocié Convenios, asistí a reuniones nacionales, en alguna ocasión tuve que esconderme como medida de precaución. Pasé libros desde Francia, muy útiles para nosotros, especialmente los de Ruedo Ibérico.

Desde USO, y en Zaragoza, pusimos en marcha Reconstrucción Socialista, (R. S.) integrándonos después en el Partido Socialista de Aragón (PSA) que dirigía el abogado y poeta Emilio Gastón. Al principio en la clandestinidad. Posteriormente vendrían los tiempos públicos del PSOE, PCE, Izquierda Unida (I.U.), sin olvidar el Socialismo de Enrique Tierno Galván.

( Reconstrucción Socialista surge a finales de 1974, “a partir de unos grupos de acción y de reflexión que aceptan como documento inicial para el debate las tesis políticas de USO, formuladas en diez puntos para ser debatidas en la Federación, y que son recogidas por Enrique Barón en su libro “Federación de Partidos Socialistas. Barcelona y Madrid, Avance-Mañana Editores, 1976, pp. 155-157, y en los que entre otras cosas se propone como modelo de sociedad una democracia socialista de autogestión sin menoscabo de las libertades democráticas y como instrumento de una organización política de amplia base obrera y de estructura federal”. En 1976 forma con otros partidos socialistas regionalistas la Federación de Partidos Socialistas (FSP) cuyo principal partido es el Partido Socialista Popular. Se presentan a las elecciones constituyentes de 1976 con el nombre de Unidad Socialista. En 1978, aprobada la Constitución Española muchos se integran en el PSOE. Otros terminan en el PCE). R. S. se une al PSA en Noviembre de 1976. Después de las Elecciones Constituyentes y una vez aprobada la Constitución Española del 78,  el PSA se disuelve entre el PSOE y el PCE).(3)

 

El movimiento de Comunidades Cristianas de Base era un hecho enriquecedor de parroquias, barrios, ciudades y pueblos. El Movimiento Vecinal creo que tiene mucho que agradecerle a las hoy llamadas Comunidades Cristianas Populares. No puede quedar en el olvido el movimiento de “Cristianos para el Socialismo”.

 

(REDES CRISTIANAS. 150 comunidades, movimientos y medios de comunicación cristianos han constituido en 2006 esta coordinadora. Su objetivo es colaborar con otros colectivos sociales para responder a los grandes problemas que hay planteados en la sociedad desde una opción de justicia y de igualdad en favor de los excluidos siguiendo las pautas del Evangelio).

 

Después cada vez los compromisos políticos y sindicales eran más fuertes y más intensos.

 

6.- Obispo y curas.

 

Llegó un día en que el Arzobispo de Zaragoza D. Pedro Cantero Cuadrado me llamó para decirme que no me metiera en política. Honestamente creo que si yo no podía dar marcha atrás en mi vida activa, veía que mi Obispo sí que había dado marcha atrás en relación con el Concilio. Le respondí que ¿cómo se atrevía a pedirme eso, cuando él se encontraba en Las Cortes Españolas y en el Consejo del Reino de Franco?

 

(En 1968 había cuatro obispos en las Cortes Españolas y otros en el Consejo del Reino. En el Sindicato Vertical había un obispo asesor religioso y en todas provincias era designado un sacerdote como asesor de la Organización Sindical de la provincia).

 

El Caso Fabara con la destitución como párroco del amigo Wirberto Delso colmó el vaso de la sinrazón, a mi modo de ver, entonces y ahora. El Obispo Cantero escuchó antes “a las fuerzas vivas del pueblo”, que a su sacerdote. Conozco a Wirberto íntimamente, pues además de ser del mismo curso, seguimos siendo amigos y estamos en contacto permanente. Su honradez, como entonces, sigue intacta. En conciencia creímos más a Wirberto que a Cantero, pues éste nos había dado muestras reiteradamente de que no era mucho de fiar, como así se ha demostrado con documentos recientes sobre el Caso Fabara salidos de la Embajada Española en el Vaticano. Y como nos demostró cuando engañó a sus sacerdotes en el Caso de la Inundación por el Pantano de Mequinenza en el Ebro. Por un lado negociaba con los Promotores del Pantano. Por otro lado prometía a los curas que al menos la iglesia no quedaría inundada, y que las aguas no llegarían a la cuota máxima hasta que las gentes del pueblo no aceptasen la nueva ubicación de sus casas. “No le importó su iglesia ni los sacerdotes que estaban encerrados en ella cuando las aguas entraban por la puerta”. En el último instante los sacerdotes tuvieron que ser evacuados con barca.

 

(El arzobispo Cantero destituye al párroco de Fabara por colocarse al lado del pueblo contra las condiciones de evacuación del municipio de Mequinenza (próximo a Fabara) por su inundación debido al pantano construido en el río Ebro. Una treintena de curas dimitieron de sus cargos y se solidarizaron una serie de grupos y comunidades cristianas creando un problema serio que nunca llegó a resolverse). (4)

  

Nuestro planteamiento fue muy simple: “Si ahora el Obispo Cantero sin haber escuchado a su cura le “condena” con el solo testimonio de haber dado crédito únicamente “a las fuerzas vivas del pueblo”, cualquier día cada uno de nosotros podemos ser víctimas de la misma infamia”. Alrededor de 30 sacerdotes nos plantamos y dijimos: hasta aquí hemos llegado”. El Caso Fabara tuvo repercusión internacional. (5)

 

7.- Secularización.

 

Cada vez me sentía más asfixiado dentro de una Iglesia que daba la espalda al Vaticano II. Y me hice esta reflexión: “Si la Iglesia (la Jerarquía) no quiere seguir al Concilio, si no quiere cambiar, hagamos el esfuerzo por cambiar la sociedad y a ella no le quedará más remedio que aclimatarse a la nueva sociedad como ha hecho siempre en su historia”.

“Hice del mundo mi iglesia”. Me secularicé en Noviembre de 1976. Me casé. Tengo tres hijos. Estoy jubilado. Sigo leyendo teología con avidez. Naturalmente se trata de la Teología de la Liberación. Estoy al corriente de lo que pasa por el mundo. Hago todo lo que está a mi alcance para “limpiar de chapapote” lo que se encuentra cerca de mí y en mí mismo. Y me manifiesto activamente contra la Guerra, el Hambre, la Explotación del hombre por el hombre, y me siento obligado a colaborar para mejorar nuestro entorno ecológico.

Si nuestro Padre es Dios, nuestra Madre es la Naturaleza. Creo que el hombre no se puede salvar, sino es con el Hombre y con la Naturaleza.

Estoy totalmente secularizado y me siento responsable y feliz con el mundo en que vivimos, y al cual debemos contribuir para hacerlo más habitable para todos los seres de la tierra, y especialmente los más pobres. “Nada humano me es ajeno”.

Tengo fe en el hombre. Tengo fe en Jesús de Nazaret, en su Mensaje. Tengo fe en todo aquello que suponga una “resurrección” de los más aplastados de la tierra. Fe en una sociedad más justa y más amable.

Fe en el hombre, porque es con quien primero me encuentro, y desde él y con él descubro el mundo y su historia. “Primero amar al hombre. Después…, Dios dirá”. Porque ¿“cómo puedo decir que amo a Dios a quien no veo, si no amo al hombre a quien veo?”. (San Juan: 1 Jn, 4, 20).

Fe en Jesús, y en todo lo que él creyó, y por lo que vivió y murió. Creer y seguir el Mensaje de Jesús es la mejor manera, la única, de creer en Dios. Primero el hombre y su historia. Después Jesús y su ejemplo. Y como consecuencia creer en su Dios.

Mi iglesia es el mundo. Mis compañeros, los que creen en un mundo nuevo. No me importa si son ateos, agnósticos o creyentes. Me importan los que trabajan por un mundo más justo, desde abajo, desde la realidad, desde el más necesitado. “Hombres que en definitiva se dediquen a cavar la viña del Padre” (Mc. 12) como decía Jesús de Nazaret. Eso es creer, para mí; eso es creer en la encarnación de Dios en Jesús. Primero el hombre, después todo lo demás. Pido un Jesús con mayor aproximación histórica. Después aceptaré todos los “Cristos Teologizados” en la medida que me estimulen con libertad a la consecución del Reino de Dios y su Justicia.

 

Y como he escrito recientemente no sin una cierta añoranza: (6)

“El Vaticano II con su Constitución Pastoral “Gaudium et spes” (7-XII-1.965) sobre la Iglesia en el mundo actual impulsó a innumerables sacerdotes y cristianos al cambio de actitud y de vida hacia el mundo de los pobres. Muchos sacerdotes abandonamos para siempre la sotana, vestimenta habitual hasta entonces, y vestimos el mono de trabajo de las fábricas. No tenía vuelta atrás. “Poníamos la mano en el arado y miraríamos hacia adelante”. Nuestra vida comenzaba a cambiar”.

 

“Después de tantos años, la Iglesia volvía la cara al mundo. La liturgia se hizo mirándose frente a frente Pueblo e Iglesia. Comenzaron a hablar el mismo idioma. Y en esas relaciones cara a cara, Iglesia y Pueblo, se daban los fundamentos para la creación de la Comunidad Eclesial. Para ello era determinante la presencia física habitual y el lugar donde se encontraban las gentes en sus personales circunstancias. No solamente hombres y mujeres iban a las iglesias, sino que la Iglesia iba hacia las gentes. Y florecieron innumerables Comunidades Cristianas de Base. El “altar”, con humildad y sencillez,  se expandió hasta los lugares de trabajo, hasta el lugar donde habitaban las gentes. Y llegaron a ser una misma cosa”.

 

“Como muestra del ambiente que se respiraba en la Asamblea Conciliar veamos lo que decía Monseñor Pildain, Obispo de Canarias, el 28 de Septiembre de 1.965, pidiendo al Concilio que, puestos a condenar algo, se condenase al Capitalismo”. (7)

 

“Porque el ateísmo - ya lo dijo Pío XII – se difunde por causa de la pobreza y de la miseria entre los hombres. Las riquezas del mundo son de todos y no es lícito que, junto a enormes riquezas no explotadas, haya inmensa pobreza. Y estas desigualdades no se deben a Dios - como dicen algunos -, sino al capitalismo liberal, que abusando de las riquezas, permitió tantas injusticias entre los hombres y las naciones. Es al capitalismo a quien deberíamos condenar, de hacerlo con alguien, pues él es la causa y padre del marxismo. ¡Cuantos comunistas aceptarían encantados la fórmula que hace años proponía el cardenal Suhard: “¡Ningún proletario, todos proletarios!”.

 

Pero a estas alturas después del tiempo que ha pasado cabe preguntarse: ¿Siguen todavía las ventanas abiertas en la Iglesia?, o ¿solamente se entreabren para, desde la rendija por la cual se mira cómodamente, ver lo que pasa allá “en la plaza de los ciudadanos” y sentenciar un “illum admittére non possumus”? (“No podemos admitirlo”) ¡Como si la Verdad fuese también patrimonio exclusivo de privilegiados!

“Con sentimiento de pena digo: En la medida que la Iglesia dé la espalda al Concilio Vaticano II, el Mundo dará la espalda a la Iglesia”.

Y como dice Juan José Tamayo: “Es el adios a la Cristiandad”. (8)

 

Laureano Molina Gómez

Zaragoza, Febrero de 2008.

 

BIBLIOGRAFÍA:

 

(1). DE ILUSIONES Y TRAGEDIAS. HISTORIA DE ALBALATE DEL ARZOBISPO, de José Manuel Pina Piquer. Edita Ayuntamiento de Albalate del Arzobispo. Año 2.001.

(2)  LÓPEZ GARCÍA, BASILISA. Aproximación a la Historia de la HOAC. 1946-1981. HOAC. Madrid 1995

(2 bis). “EPAÑA BAJO LA DICTADURA FRANQUISTA”. 1939-1975”, de José Antonio Biescas - Manuel Tuñón de Lara. Editorial Labor, S.A. Barcelona 1980).

(3) “MEMORIA DE LOS PARTIDOS. Crónica de los partidos políticos aragoneses en la época de la Transición”. Edita: Asociación de Exparlamentarios de las Cortes de Aragón. Año 2003. Zaragoza. Aportación de José Bada Panillo: “Reconstrucción Socialista”). Enrique Barón en su libro “Federación de Partidos Socialistas. Barcelona y Madrid, Avance-Mañana Editores, 1976,

(4). HISPANIA SACRA. Volumen LVIII Nº 117. Enero-Junio 2000. Madrid. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. “El Clero Contestatario de Finales del Franquismo. El Caso Fabara. Por Pablo Martín de Santa Olalla Saludes.

(5). CURAS REPRESALIADOS EN EL FRANQUISMO, de Fernando Gutiérrez  AKAL 74.

(6). SUBPORTICA. Revista digital de los alumnos que empezaron curso en 1951 en el Seminario Menor de Alcorisa. Teruel. “Cánticos para un cambio”, de  L. M. G. http://abosque.bravehost.com/ex/subportica //Articulos/ Canticos.htm)

(7). IGLESIA EN EL CORAZÓN DEL MUNDO, de Luis González-Carvajal Santabárbara. Ediciones HOAC. Madrid, Diciembre de 2005. Prólogo de Mons. D. Carlos Amigo Vallejo, Cardenal-Arzobispo de Sevilla.

(8). ADIOS A LA CRISTIANDAD”, La Iglesia Católica Española en la Democracia, de Juan José Tamayo. Ediciones, B.S.A. Barcelona, 2003