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Arturo Bosque

MUCHA “CACA”

 

Por José-Luis Félez Soriano

 

 

Bolsas, “caca”; coches, “caca”; tabaco, “caca”; polución, “caca”; alcohol, “caca”; atracón, “caca”; sol, “caca”; bombillas, “caca”; salarios, “caca”; trabajo, “caca”; sanidad, “caca”; justicia, “caca”; economía, “caca”; educación, “caca”.

 

 En definitiva, que estamos rodeados de mierda, Habremos de darle la razón a quien lastimeramente reclamaba que pararan el mundo, que él se bajaba.

 

Cuando el río se sale de su cauce, siempre provoca inundaciones, que nunca favorecen a nadie, excepción sea hecha de quienes luego presentan pliegos a las subastas para reconstruir lo que el agua ha destrozado. Como el fuego que asola nuestros montes, cuya madera chamuscada alguien transforma en billetes de curso legal. Está pasando con el desbordamiento informativo sobre la gripe A H1N1, que causa una alarma más allá de lo prudente, y de cuya pandemia según la llaman algunos se servirá más de un cerdito para llenar bien “la saca” de “virusdólares”. Un eximio torero respondió cuando le quisieron hacer ver el riesgo que corría: “Más cornadas da el hambre”. Probablemente sea válida la respuesta para esta situación: no me matará la gripe si me vacuno, pero probablemente me muera de hambre, pues no tengo nada que comer.

 

En resumidas cuentas, que empezábamos con “mierda” y terminamos con “comida”. Así es el mundo de incomprensible. Y lo curioso del caso es que la reflexión que quería hacer y compartir con vosotros, amigos míos, se refería a la primera palabra con que abro estas líneas: ¡BOLSAS! Tras muchos, muchísimos años de usarlas para todo, resulta que ahora todo lo contaminan. Nos han sido útiles para llevar la compra de despensa, el pan, la fruta, la verdura, la carne, el pescado; con ellas envolvíamos el bocadillo, eso sí, cubriendo con papel de aluminio el panecillo, la basura, el libro recién comprado, las zapatillas de deporte, el bañador, y, en fin, todo aquello que queríamos sustraer a la curiosidad o vista de los transeúntes. Y ahora resulta que son una “caca”. ¿Y qué tipo de Tamiflu nos quieren vender en su lugar? Pues algo que nos va a costar más dinero y que va a hacer más ricos a quienes ya lo son. Serán de otro material, del que sea, y que de momento servirá, hasta que se demuestre que también contamina, y que, como es natural, nos costará un dinero porque los comerciantes no podrán, dirán, asumir su gasto, a la vez que nosotros les haremos una publicidad gratuita. (Pues, mira, no: yo ya tengo decidido darle la vuelta a todas las bolsas que me sea posible o llevarme unas propias).

 

Se me ocurre preguntar, por si alguien que lo sepa quiere responderme amablemente: ¿ya se ha calculado el ahorro (es decir, beneficio) que les supondrá la supresión de las susodichas? Y lo más curioso del caso es que no dan puntada sin hilo: ya tienen determinado que si no obtienen el beneficio calculado, darán media vuelta y nos las volverán a colocar… diciendo que no, que se habían equivocado los químicos, que no es para tanto, que se desintegran mucho antes y que no contaminan tanto como parecía. Y otra pregunta (curioso que es uno) que me viene a la mente: ¿cuántos puestos de trabajo se destruirán en este sector? ¡Ah, claro! Pasarán a hacerlas de papel. Como las pajaritas.

 

Solo debemos esperar que no sea peor el remedio que la enfermedad. Y digo esto porque quiero remitirme a un debate que en SUBPORTICA mantuvimos entre tres a primeros del año pasado, más o menos siguiendo estas mismas ideas. Y no me vale la demagogia ecologista, porque nadie con dos dedos de frente puede manifestarse en contra de ella. Sirve para lo que debe servir, que es para conseguir una mayor concienciación ciudadana de darle al medio de que disponemos el uso que se merece en beneficio, quizás como nada en el mundo, de todos.

                                                           * * *

 

 

Me vais a permitir que os indique un enlace en el que podéis ver, leer y oir un informe sobre la nombrada más arriba gripe A, la porcina, la H1N1, que nos quieren hacer temer. No diré nunca, en informes de este tipo, que todo lo que dicen o insinúan es verídico, pero convendréis conmigo que mucho de real sí que contiene. Y que, por otra parte, es fácilmente contrastable. El enlace es el siguiente, para quien lo quiera ver (recomendable):

 

www.youtube.com/watch?v=gKwk8Kq8QXA

 

Y si tenéis tolerancia y aguante con mi rollo, os adjunto seguidamente, y con ella termino, la carta que dirigí hace unos días (antes de recibir el enlace anterior) al HdA, cuya respuesta yo intuía que iba a ser la callada. Como si mis preguntas alteraran más la paz entre los ciudadanos que informes fundamentalmente documentados. En fin, amigos, gracias, y hasta pronto.

 

 

De: Jose Luis Felez [jluisfelez@yahoo.es]
Enviado el: jueves, 20 de agosto de 2009 12:33
Para: Heraldo de Aragón(cartas@heraldo.es)

 

            Sr. Director:

 

            Creo que sobre el temido asunto de la gripe A estamos llegando a un punto que supera al que sucedió con las famosas vacas locas y, hace bastantes más años, con el inquietante brote de cólera. ¡Menudas horas de espera en la fila hice yo hasta tener la seguridad que me proporcionaba la vacuna! Y hay que ser, sobre todo, precavidos en todos los aspectos. Y para ello hacen falta dos cosas: información (también en esto, Sr. Blanco, también en esto) y comedimiento.

 

            ¿Cómo no va a besar el esposo a la esposa, después de tantos años, la madre al hijo, todo ternura, los novios entre sí, amor a raudales, etc.? ¿Vamos a acostumbrarnos con facilidad a no dar la mano al amigo que hace tiempo que no vemos? ¿Cómo va a ser posible que todo el mundo dejemos de tocar con las manos lo que otros antes y después van a manosear igualmente, por ejemplo la fruta o la verdura en muchos establecimientos? La barra de pan nos la servirán con guantes, pero ¿el panadero que amasó se los puso? ¿Cómo vamos a entregar o recibir las monedas y, sobre todo, los billetes? ¿Vamos a coger con la mano el bolígrafo en la caja del supermercado o del banco para firmar cuando cientos lo han hecho antes? ¿Cómo nos vamos a tomar, con total confianza en la limpieza de taza o jarra, un café o una cerveza? ¿Cómo vamos a pinchar una tapa en el bar, sin estar cubiertas ni saber que quien las ha preparado lo ha hecho con las debidas medidas higiénicas? ¿Cómo vamos a impedir que estornude o tosa sin taparse la boca aquella persona que lleva ambas manos ocupadas con bolsas de compra? ¿Cómo vamos a probarnos un par de zapatos sin saber quién y en qué condiciones se los ha probado antes? ¿Cómo vamos a ir a Urgencias, abarrotada casi siempre, sin que todos exhibamos el certificado de no contaminados? ¿Cómo vamos a impedir que quien está detrás de nosotros en el futbol vitoree o increpe al jugador o árbitro sin echarnos la saliva en el pescuezo?

 

            Y así, cientos y miles de ejemplos. Pero nada de esto, en cambio, debe  generalizarse. Y una vez más, falta información. (Repito, también en esto, Sr. Blanco, también en esto). La revista Annals of Internal Medicine dice que la mascarilla y el lavado de manos en los hogares, podría prevenir el contagio, siempre y cuando se practique después de que uno note los síntomas, y dentro de las primeras 36 horas de desarrollarlos. También se debe tener en cuenta que hay medidas comunes para todo tipo de gripes, bien sea la común o la A, tales como la distancia, evitar besos y saludos con la mano, no compartir vasos ni cubiertos, pero todo esto debe practicarse con los afectados.

 

            (No indaguemos sobre la proveniencia del Tamiflu y sobre la propiedad de la exclusiva, que nos alteraremos quizás demasiado).

 

            En conclusión: que poner todos los medios a nuestro alcance para intentar evitar el contagio, es bueno, pero claramente insuficiente.

 

            Atentamente,

 

            JOSE LUIS FELEZ SORIANO