¡MUNGU IKO! Vivir
abiertos al Dios presente en nuestras vidas |
Por José Mª Alcober |
Hoy empezamos el tiempo del Aviento. Tiempo de
preparación a la celebración de la Navidad... El niño cuyo
nacimiento conmemoraremos y celebraremos en la Navidad es llamado
Emmanuel, que como sabéis significa :
Dios con nosotros... Y desde este primer domingo de
preparación, en el texto de San Pablo que hemos leído, se nos
invita a darnos cuenta, a despertar del sueño, a
abrir los ojos, a acoger y a vivir esa presencia de Dios, que
está constantemente con nosotros y en nosotros... Porque esa es
la gran Realidad. La Realidad fundamental : ¡que Dios está con
nosotros!. ¡Siempre!. Acompañándonos, y queriéndonos...
El Evangelio que acabamos de proclamar nos habla de lo que les
pasaba a la gente en tiempos de Noé, que como dice
el texto - comían, bebían y se casaban,... sin caer
en la cuenta de lo que estaba pasando en realidad...
¿No nos estará
pasando a nosotros lo mismo?...
Podría suceder que
también nosotros estemos tan zambullidos y absortos en nuestras
preocupaciones cotidianas: en el comer y en el beber, en el ganar
dinero, en el tener éxito, en el figurar y trepar, en el
divertirnos y pasarlo bien; absortos totalmente por la necesaria
e inevitable lucha por la vida; tan absorbidos por todo eso
que por otra parte, es necesario y forma parte de la vida,
- pero tan absorbidos, que pasemos realmente al lado de los
verdaderos valores de la vida. Y sobre todo, sin caer en la
cuenta de esa Presencia, que puede dar sentido, alegría y
confianza a nuestra vida...
Podría suceder que
vivamos incluso una vida de cierta práctica religiosa, y de
cierta moralidad bien pensante,... pero sin vivir la alegría y
la confianza de sabernos siempre acompañados y queridos por
Emmanuel : Dios con nosotros... Cristianos
practicantes y hasta fervorosos;.. pero
que no vivimos la vida normal y corriente de cada día con la
alegría y la satisfacción de sabernos acompañados amorosamente
por el Padre Dios.
El cristiano no
vive al margen de la vida; es una persona como todo el mundo, que
vive la vida normal y corriente de cada día, con todos
los trabajos, los gozos y las fatigas que la vida comporta para
todo el mundo... Pero esa vida normal y corriente, el cristiano
la vivirá con los ojos y el corazón abiertos a esa presencia
amorosa de Dios... El cristiano, como todo el mundo, tendrá
momentos buenos y momentos malos, alegrías y penas, éxitos y
fracasos, salud y enfermedad... ya que el Amor de Dios no es un
pararrayos que esté ahí para evitarnos todo lo que la vida va
trayendo...
El cristiano vive
la vida normal y corriente de todo el mundo... Pero la vive
en presencia de Dios Amor, abierto a esa Presencia,
sabiéndose llevado y dejándose llevar por ese Amor, que es
Dios con nosotros, y que está ahí, con nosotros,
acompañándonos y queriéndonos...
No vigilándonos,
no controlándonos, no juzgándonos, no condenándonos;... sino
¡QUERIÉNDONOS!...
Sabéis que yo he
estado 35 años de mi vida en África. En Kisangani hay una frase
que la gente empleaba mucho, y que a mí me ha hecho pensar mucho
: ¡MUNGU IKO!, que podríamos traducir por
Dios es; Dios existe; Dios está aquí... Es una
frase que a veces, dicha en situaciones difíciles, refleja un
cierto fatalismo (:¡qué le vamos a hacer; las cosas son
así!); pero esa frase refleja también una esperanza (:¡puesto
que Dios está ahí, con él alguna salida encontraremos!)...
La gente emplea también esa frase, gozosamente, en momentos en
que han logrado salir de una situación desesperada :
¡Mungu iko! = ¿veis como todo tiene solución?... Puesto
que Dios está ahí ¡todo tiene salida, no hay que desesperar
nunca del todo!...
Esta expresión que
he oído miles de veces en boca de los africanos, me ha hecho
pensar mucho,... y se ha convertido en mi propia
mantra : ¡Mungu iko; Dios está aquí; y me
está queriendo, nos está queriendo... No está ahí como
espectador inactivo. Tampoco está ahí manejando los hilos de mi
vida... Está ahí, amándome... Y, estando ahí conmigo,
compartiendo mi vida, amándome, me hace ser, y me llevará a la
plena realización de mi mismo y a mi total felicidad...
Creo que ese es el
gran mensaje de la NAVIDAD = Emmanuel : Dios con
nosotros.
Ser y vivir
en cristianos será abrir los ojos, el corazón y todo
nuestro ser a esa presencia amorosa de Dios, en nuestro ser, en
nuestro vivir, en toda persona, y en toda la realidad...
* ¡Mungu
iko!... = Permanente y constantemente, (y precisamente
en este mismo momento), el Padre Dios está ahí, y me está
diciendo : "¡te quiero!",... en el eterno "Te
quiero" que le está diciendo y que es el Hijo... Desde la
raíz de mi ser, el Espíritu Santo me está asociando al Hijo
Eterno - encarnado en Jesús -, para que, como él, yo me acoja a
mí mismo como ese "tequiero" del Padre Dios que yo soy...
¡Ojalá podamos
vivir abiertos a ese Dios con nosotros, que está
ahí, queriéndonos!...
* ¡Mungu
iko!... = Soy y existo, gracias a la fuerza de
ese Amor personal con que estoy siendo amado por el Padre Dios...
El amor hace ser; y somos por el amor con que somos amados. Todos
sabemos por experiencia que el amor dado y recibido- nos
desierta a nosotros mismos; es la auténtica energía que nos
hace vivir y sentirnos vivos... Pues bien, Dios está ahí; y amándome
está como despertándome a la existencia; me está haciendo
ser, me está haciendo existir... De modo que mi misma existencia
es la prueba de que Dios me está amando... Está diciendo ese
"tequiero" preciso que soy yo,... y por eso
existo...
¡Ojalá podamos
vivir abiertos a ese Dios con nosotros, que está
ahí, queriéndonos!...
* ¡Mungu
iko!... = El Padre Dios me está acompañando y me
está amando precisamente a mí... Es decir : que, es
precisamente a mí a quien le está diciendo : "te quiero"...
El Padre Dios me conoce y me aprecia. Yo, ¡precisamente yo!, le
importo; yo soy "alguien" importante para él... Y
su actitud hacia mí es siempre positiva, hecha de amistad, de
simpatía y benevolencia; me está mirando siempre con cariño;...
me aprecia y me valora en todo lo positivo que hay en mí;... me
está aceptando a mí, en todo lo que soy y tal como soy;... me
comprende y me acepta, en la particular amalgama de virtudes y
flaquezas que soy... incluso aunque no siempre apruebe todo lo
que hago... Me está comprendiendo en mis dificultades y
problemas... ¡Se alegra de que yo exista, y de que yo sea
yo!... Y a fuerza de seguir estando ahí amándome, conseguirá
que llegue a ser la maravilla que yo soy a pesar de todos mis
fallos...
¡Ojalá podamos
vivir abiertos a ese Dios con nosotros, que está
ahí, queriéndonos!...
* ¡Mungu
iko!... = Puesto que el Padre Dios me ama
personalmente, ¡yo soy "alguien"!; alguien importante;
alguien valioso... Puedo estar orgulloso de mí mismo,...
a pesar de mis límites y de mis fallos... Puedo vivir y hacer
vivir cada vez más lo mejor de mí mismo, puesto que estoy
siendo amado nada menos que por el Padre Dios... Y puesto que yo
existo porque él me ama, yo puedo participar en su alegría
divina de existir y de ser yo mismo,... incluso con mis
limitaciones... Puedo creer en mí, porque ¡Él cree en mí!...
¡Ojalá podamos
vivir abiertos a ese Dios con nosotros, que está
ahí, queriéndonos!...
* ¡Mungu
iko!... = Ese Amor que me tiene el Padre Dios es
como la fuerza y la energía interior que me hace ser... y ser
yo mismo... No me va a remplazar, ni va a hacer nada en mi
lugar. Lo que hace es despertar y sustentar mi propio ser y mi
propio hacer yo mismo (en el hacerse a sí mismo del mundo en su
autonomía, que Su amor está despertando y sustentando)... El
Padre Dios, amándome, diciéndome: "te quiero", está
suscitando, sustentando, y estimulando mi propia libertad y mi
propia acción; mi propio hacerme a mí mismo... Su Amor y su
Presencia me está animando y apoyando en mis propios esfuerzos...
que Él fundamenta... Cuanto más consciente sea de ser así
amado, más podré ser yo mismo...
¡Ojalá podamos
vivir abiertos a ese Dios con nosotros, que está
ahí, queriéndonos!...
* ¡Mungu
iko!... = Amándome y acompañándome, lo que el Padre
Dios pretende no es que yo le sirva a él; sino que lo que
pretende es que yo sea yo mismo, que yo me realice plenamente,
y que yo sea feliz... A través de todo y en toda
circunstancia, lo que el Padre Dios está intentando es llevarme
cada vez más hacia la plena realización de mí mismo y hacia mi
total felicidad... ¡Esa es su voluntad : amarme y hacerme feliz!...
Su "gloria" es que yo me realice como persona... Y Él
me está acompañando y apoyando en ese caminar hacia mi total
plenitud y felicidad personal...
¡Ojalá podamos
vivir abiertos a ese Dios con nosotros, que está
ahí, queriéndonos!...
* ¡Mungu
iko!... = El Padre Dios, puesto que él ya me
quiere, está siempre ahí, queriendo establecer conmigo una relación
personal de amor, de intimidad y de confianza mutuas...; pero
siempre respetando mi propia libertad y mis propias decisiones...
(¡Dios es siempre discreto y humilde! Se ofrece; pero no se
impone)... No busca mi sumisión; sino amor... No quiere ser
dueño; sino padre, madre,... ¡amigo!...
¡Ojalá podamos
vivir abiertos a ese Dios con nosotros, que está
ahí, queriéndonos!...
* ¡Mungu
iko!... = El Padre Dios, que es Amor, me está
incluso ya perdonando (¡no disimulando el mal que yo haya
podido hacer; sino perdonando!)... Y con su comprensión, su
paciencia, su perdón y su amor, me está recreando y
fortaleciendo desde dentro para que yo vaya siendo cada vez más
yo mismo, sacando a la luz y haciendo efectivo lo mejor de mí
mismo...
¡Ojalá podamos
vivir abiertos a ese Dios con nosotros, que está
ahí, queriéndonos!...
* ¡Mungu
iko!... = Me está amando y acompañando con todo su
cariño, particularmente si eso que estoy viviendo es doloroso
o negativo : Dios no ha querido ese mal trago o ese
sufrimiento que estoy pasando por circunstancias de la vida...
Él no ha querido eso; Él sólo quiere mi bien... Pero, dadas
las circunstancias, no ha sido posible evitar ese mal... Y porque
me ama, en esa situación difícil Él sigue estando conmigo,
más que nunca;... está sufriendo conmigo eso que yo estoy
sufriendo;... y está luchando conmigo para superarlo... ¡Dios
no puede evitarlo todo;... pero está conmigo, para irlo
superando,... y sacar bien incluso del mal!...
¡Ojalá podamos
vivir abiertos a ese Dios con nosotros, que está
ahí, queriéndonos!...
* ¡Mungu
iko!... = Y me está amando tanto que, a fuerza
de seguir amándome, me está llevando y conseguirá llevarme
a la plena realización de mí mismo y a mi total felicidad,...
incluso a través de todos estos sufrimientos y todas estas
"muertes", no queridas como tales por Dios, pero que
jalonan mi vida y que por el momento están obstaculizando la
obra de amor del Padre Dios en mí...
¡Ojalá podamos
vivir abiertos a ese Dios con nosotros, que está
ahí, queriéndonos!...
& Vivir en cristiano será
vivir la vida de cada día, con esa alegría de saberse siempre
acompañado y amado por el Padre Dios... Abrirse ampliamente y
dejarse vivificar desde dentro por ese Amor..., para vivir, - con
confianza y con toda intensidad -, esa vida normal y corriente de
cada día, con todos sus trabajos, sus gozos y sus penas...
Todo mi ser,... todo el ser de cada persona, todo el universo en
su propio devenir está envuelto, penetrado, dinamizado desde
dentro por esa presencia amorosa de Dios. = ¡Mungu iko! Emmanuel
: Dios con nosotros.
Y Dios en nosotros, tomando
carne, actuando y amando en y a través de nuestro propio actuar
y nuestro propio amar humano... Por eso, vivir en cristiano
será dejarse vivificar de tal manera por ese Amor del Padre Dios,
que también nosotros nos pongamos a amar con ese Amor con el que
somos amados... encarnando su amor... (tiempo
habrá en otra ocasión de hablar de este segundo aspecto).
Para eso viene
Jesús. Para eso se hace hombre Dios. Para eso Dios es
Emmanuel : Dios con nosotros.
Pues que así sea.
José
María Alcober Brenchat
De
los Misioneros de África Padres Blancos